La administración Obama acaba de lanzar un plan para renovar el ferrocarril en Estados Unidos. El transporte por ferrocarril está básicamente destinado a las mercancías y muy poco a los viajeros. Completamente al revés que en el Estado español. Aun así el transporte de mercancías con grandes camiones, los populares “eighteen wheeles” -18 ruedas-, son muy numerosos en las carreteras y autopistas. Es un país basado en el transporte por carretera y en coche. Sobre todo desde el impulso que dio Eisenhower a la red de autopistas gratuitas.
No es de extrañar pues las declaraciones de Obama diciendo que el tren está en la infancia en Estados Unidos, en comparación con países como Francia y Japón: “Lo que necesitamos es un eficaz sistema e igualitario sistema de transporte para las necesidades del siglo XXI”.
Obama pretende crear 10 corredores de Alta Velocidad, entre las partes más habitadas y más industrializadas: la costa Este, la costa Oeste y el Medio Este, en los grandes lagos, donde se encuentra la industria del automóvil.
Ya la prensa y los políticos del estado de Michigan se hacen eco de que dicho plan podría ayudar a reconvertir la industria del automóvil en una industria de locomotoras y coches de viajeros. ¿Es esto posible? Lo es. En el museo Henry Ford de Detroit pude ver videos de la época de la segunda guerra mundial. La industria del automóvil se adapto completamente a las necesidades de la guerra. Las mismas cadenas y personas que fabricaban los elegantes coches de los 40, pasaron a fabricar tanques, municiones, cascos, o crearon el famoso Jeep. Las mujeres mostraban el producto, una vaina. Esta podía ser una bala (lo era) o…un pintalabios! Una de las cosas que más me impresiona de este país es la capacidad de cambiar rápidamente, de hacer grandes transformaciones en el curso de unos pocos meses o años.
Si Estados Unidos se decidiera realmente a realizar esta gigantesca transformación de la industria del automóvil en una industria adaptada al tren podría el capitalismo tener vida para unos cuantos años más. Sin embargo la política de Obama es demasiado tímida para realizar estas grandes transformaciones. El presupuesto para esta inversión en el tren es de 8 billones de dólares, mas uno mas al año, durante cinco anos. Apenas nada si lo comparamos con los 3 trillones para los bancos. Además el plan Obama se basa en la Alta Velocidad solamente. Es verdad que un país con las enormes distancias como este, necesita algo así. Sobre todo es útil entre las grandes ciudades con grandes zonas donde el terreno es completamente llano, lo que facilitaría su construcción. Pero falta la parte esencial: el propio transporte en las ciudades y zonas metropolitanas. Si uno viaja en tren de ciudad a ciudad, necesita luego poder continuar en tren, metro, tranvía o bus a todas partes. Y eso apenas existe. Sólo en grandes ciudades como Chicago o New York hay una red algo parecida a las ciudades europeas. Detroit, por ejemplo, no tiene transporte público. Es uno de los problemas sociales más importantes. Y la cuna del capitalismo no lo ha resuelto.
Alfons Bech, desde Detroit
diumenge, 19 d’abril del 2009
Cròniques de l'Alfons Bech des d'els EUA: ¿Nova Vida per a el Tren als Estats Units?
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